La pérdida de peso a través del ejercicio y una alimentación saludable puede tener beneficios a largo plazo para las personas con apnea del sueño leve evitando que la enfermedad empeore, según los resultados de un estudio publicado en la revista 'JAMA Internal Medicine'.
En concreto, según la investigación dirigida por científicos de la Clínica del Sueño Oivauni en Kuopio (Finlandia), se observó que los pacientes que se someten a un programa para hacer su estilo de vida más saludable tienen la mitad de probabilidades de que la enfermedad se agrave, en comparación con quienes no reciben ayuda extra.
Las personas que tienen apnea del sueño dejan de respirar por períodos cortos cuando sus vías respiratorias se colapsan o se bloquean mientras están dormidos. El sobrepeso está presente tanto en la aparición de la enfermedad como en su agravamiento, que suele producirse dos años después de su diagnóstico.
"En cambio, con estos resultados podemos decir que si cambiamos nuestro estilo de vida realmente podemos detener la progresión de la apnea del sueño", ha explicado el autor del estudio, Henri Tuomilehto.
Este experto y su equipo asignaron aleatoriamente a 81 adultos obesos con apnea del sueño leve a una intervención de un año, que comenzó con un plan de alimentación muy baja en calorías y un plan de ejercicio. El otro grupo tan solo recibió algunas nociones generales sobre cómo mejorar su dieta y su actividad física.
El estudio mostró unos beneficios iniciales en todos los pacientes que, en el caso de aquellos que formaban parte del plan de seguimiento, fue más continuado en el tiempo.
Así, cuatro años después de terminar el experimento observaron que en este grupo la pérdida de peso media fue de 12 kilos en comparación con su situación inicial.
Además, solo seis participantes habían visto como su apnea se agravaba levemente, y ninguno pasó a un estadio más avanzado de la enfermedad. Por contra, 12 miembros del otro grupo habían empeorado y dos tenían apnea grave.
"Si usted ha perdido un poco de peso, cuatro años más tarde, incluso si usted ha recuperado algo, todavía hay algún beneficio significativo en términos de la apnea", dijo Gary Foster, director del Centro de Investigación de la Obesidad y la Educación de la Universidad de Temple Facultad de Medicina en Filadelfia (Estados Unidos).
Foster, que no trabajaba en el nuevo estudio, dijo que el hallazgo es consistente con su propia investigación en un grupo más grande de pacientes con apnea del sueño y diabetes.
"La obesidad es el factor de riesgo modificable más potente única para la apnea obstructiva del sueño", dijo a Reuters Health.